miércoles, 9 de febrero de 2011

Yo quisiera ser un perro, un perro cualquiera. Yo quisiera ser un perro porque a los perros no les importa estar solos las noches de invierno en una ciudad oscura. Yo quisiera ser un perro y beberme la noche en un charco de agua.
Ellas son Bambi y Laica. Las que, en días duros como hoy -tras una larga jornada de nervios, ganas de llorar, ataques incontrolados de risa, llamadas y nuevas amistades de apuntes- me ayudan a situarme en lo verdaderamente importante.
 




  LOS PERROS NO SON TODOS EN NUESTRA VIDA, PERO ELLOS
 LA HACEN COMPLETA (ROGERS CARAS)

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