lunes, 6 de septiembre de 2010

Me gustan las tardes de calor en las que ponemos remedio al aburrimiento (en el caso de que se dignara a aparecer) con una guerra de agua. Y si le añadimos un poquito de harina y una merienda a base de Nocilla sin pan mejor que mejor.
Hoy no luce el sol, ni ruedan las peonzas incapaces de hacerlas bailar. El bote de Nocilla sigue en su sitio: vacía y esperando a ser repuesta por un bote nuevo (chocolate blanco y negro, por favor). Se echan de menos esas tardes de calor.






 

2 comentarios:

  1. A mi no me gustan, ME ENCANTAN. Lo echo de menos. Te echo de menos.

    Te quiero. :)

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  2. daria lo que fuera por estar alli ahora mismo y que tuvieramos un tarde asi :) son taaan geniales!
    os echo mucho de menos, pero en Septiembre estamos alli de nuevo!

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