"Me mira y se cree que no le veo. Imagina que me evaporaré si me toca y que si no lo hace, se va a evaporar él. Me tiene en un pedestal tan alto que no sabe cómo subirse. Piensa que mis labios son la puerta del paraíso pero no sabe que están envenenados. Yo soy tan cobarde que por no perderle, no se lo digo. Finjo que no lo veo y que sí, que no me voy a evaporar".
Marina, Carlos Ruiz Zafón
EL CALOR DE JULIO NO ES MÁS QUE EL PRINCIPIO DE TODO
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