domingo, 29 de abril de 2012

Primavera no es sinónimo de buen tiempo. Nunca debió serlo, Y sin embargo, nos hemos acomodado a esa rutinaria mentalidad de asociar la estación de las flores al calor sofocante. Calor que no llega y no parece de momento estar por la labor. El tiempo -como los tiempos- cambian. Y no hay más explicación que la espera o simple resignación.
 

Parece que este año las rosas del jardín de mis padres tendrán que esperar. Y con ellas, mis ganas de fotografiarlas. 

 
LA BELLEZA SE PUEDE ENCONTRAR EN LAS COSAS MÁS INSIGNIFICANTES